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Cual trémulo fulgor del blanco lirio
y con todo el poder de un joven sueño,
ella trajo pasión , fuerza y delirio
a este mundo tan grande y tan pequeño.
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Tuvo la calidez del frágil cirio,
y esta estuvo encendida con empeño ,
pero la oscura sombra del martirio
devoró su recuerdo más sedeño.
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Y a pesar de dejar el alma entera
por ser verde esmeralda en su cruzada,
o algo más que una flor en primavera
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se fue, dejando atrás la madrugada .
Mas en todo rincón de lo que fuera
seguirá muy presente su mirada.
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Nota: inspirado en un poema de Eduardo Ritter , ( A la memoria de Linda Esmeralda)