Yo siempre solo;
sin café,
sin inspiración.
Me gustaría decir que contigo,
pero no.
Mi soledumbre no es tan mala,
es morir o recordar,
escapar de hoy, sin mirar hacia mañana.
Un edén para esos locos
que buscan amor bajo un techo gris,
que emigran a otros cuerpos
porque su naturaleza quiso así.
Ya no me castigo por ser distinto.
Mi soledumbre no es tan mala,
aunque no me conozco, busco encontrarme en otras alas.