alupego (Ángel L. Pérez)

LIBRE DE SU CERRAZÓN

 

Se consumen las esencias,
que nutren el intelecto.
A lomos de la corriente,
se va arrastrando sin freno.
Como un beodo sin rumbo,
balbuceando dando tumbos.
Ajeno a las consecuencias,
de no enfrentarse a los hechos.

Flecos que deja la vida,
sumergida en sus fracasos.
Con las ideas maniatadas,
por los poderosos lazos,
que atrapan el día a día.
Sumida en flacos atajos,
que su libertad achican.
Reos de cárceles sin vida.

Cuando la vida se encauza,
siguiendo una senda viva.
Deseos y realidades,
al mismo ritmo caminan.
Y una aureola de ideas,
en el cerebro germina.
Como una campo de amapolas,
que viste el campo de vida.

Temores en el jergón,
hecho de harapos sin rima.
Diluidos en la espesura,
de una maraña sin vida,
Temblores que no claudican,
cuando el sueño en pesadilla,
desafía a la razón,
que se tambalea imprecisa.

Salva el junco la embestida,
del azote que le obliga.
Se dobla, más no claudica,
a la fuerza del ciclón.
Como mofándose vuelve,
a erguirse sin una herida,
perfecto en su vertical.
Dándole así la razón,
a la esencia de su vida.

El Hombre camina erguido,
ausente de su poder.
Del poder de sus sentidos,
que vivos nacen con el.
Va dejando en cada huella,
un pedazo de su esencia.
Una esquirla de su ser,
un trozo de su belleza.

Cuando el violento camino,
no doblegue la razón.
Libertad será el destino,
libre de su cerrazón.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
04/12/2018