A mi nieto Eduardito:
En el mes de Julio del año 2007, llegó de España con su madre a conocernos mi primer nieto. Estabamos en el aereopuerto Eduardo mi hijo y yo, con el corazón latiendo agitadamente y la ilusión en las miradas, cuando apareció su madre y un cochecito rojo con mi niño dormido, tuve la sensación más bella antes nunca sentida, blanco , exageradamente blanco con sus bucles
dorados, Eduardo de Jesús , se llama al igual que mi padre.
Tuve la hermosa sensación que Dios me devolvía a mi padre a mi madre y a mi bella hermana en una personita, llena de tenura, mi niño, mi chiquito, como siempre le digo: "Usted es mi primer amor", y me abraza, otras vecesno , se hace el enojado,
Volviendo a mi relato de su llegada a mi vida, recuerdo su primera palabra que dijo al despertar:"anga", y era como oirle decir amor, al ver a su padre , inmediatamente se abrazó a él, como si lo hubiese visto desde siempre, es el llamado de la sangre pensé.
La familia, llegó de todas partes para conocerlo, mi hermana Susana, le organizó una bella bienvenida y en la invitación decía:"VENGO A CONOCER A MI FAMILIA", fue así que todos llegaron porque era como un regalo para todos el nuevo Eduardo de Jesús Rodriguez, como mi padre.
Al cumplir en Agosto su primer año , lo bautizamos, y todo fue regocijo familiar, estaba creciendo bien mi niño.
En casa le enseñaba las fotos de la pared y le decía los nombres en cada una. Ante una imagen de Jesús le enseñaba a santiguarse "En el nombre del padre, del Hijo y del Espíritu santo" que él aprendió "muy bien" con sus manos pequeñitas señalaba en cualquier parte de su cuerpito hermoso.
Así los meses pasaron pero una amenaza estaba al acecho de mi alegría. Por ser ciudadano español , tenía que volver a España hasta arreglar su doble nacionalidad, y así un 1 de Enero del 2008, tuvimos que separarnos. En el aereopuerto mi hjo estaba trémulo, mi nuera nos decía para consolarnos, que era solo por dos meses, yo sabía que no serían dos meses, se hicieron seis largos meses. Ese día fue terrible. lloré como niña chiquita, al ver que se alejaba y se perdía mi vida chiquita, por la portezuela de entrada al campo de los aviones, llore y lloré tanto hasta llegar a casa. llovía a cántaros pero más llovía en mi alma.
pasaron los seis meses y por fin Dios me lo devolvió, hoy vive con su padre , madre y la hermanita Marinita, es una familia feliz, y mi alegría, Dios me la devolvió, y es muy mía. Gracias te digo SEÑOR POR DARME A MI LINDA FAMILIA.