En cada ocaso cae una estrella .
Se posa,
sobre las aguas tranquilas de la memoria.
Y el viento,
con su suave susurro,
compone canciones entre las ramas.
Y se despiertan,
entre las notas.
surcan misterios de otros amores,
y en cada tempo,
suben y bajan en bamboleo
Se oye un suspiro,
respira el mundo,
que absorto mira bailar las musas.
¡No! ( no hagas ruido)
Si se distraen, desaparecen,
entre la niebla siempre se pierden
y ya no vuelven.
¡Que callen todos!
La tierra tiembla y se embelesa,
cuando las musas,
pintan el cielo, marcando estrellas.
Dolores Egea ( Lolaila)