Finalmente llegó,
tarde, pero llegó, fría,
delgada en extremo,
pero llegó.
Arrepentida, cansada,
sucia, pero llegó.
Lleno mis vacíos cuencos,
dolorosamente, silenciosamente,
muy de madrugada.
Lentamente, como en abandono,
destilando tristeza, gota a gota;
tímida, temblorosa, y callada,
se entregó.
Llenó mis vacíos cuencos
pendiendo de un hilo,
con un olor ajeno,
como queriendo llorar,
claudicar, volver a marchase,
...pero finalmente llegó !!
(C) Armando Cano.