Me escondo detrás de los ojos de un cisne
tragando odio para no herirme
Oh, créeme que soy yo
En la fuerza de tus palabras
En la forma de tus labios
me deslizo
descubro el sutil ruido de pinceles
dibujando caras
sobre el tallo cercenado de claveles
Así es como tu me acaricias
con un aire tenebroso
El mismo que cubre la ciudad muerta
Se que eres esa voz que nunca me despierta
Déjame abandonar el suelo que pisas
Hoy soy yo quien de ti se despista
entre hilos rasgados de amarga avena
sobre estelas silentes de oro
Me habla el símbolo que arde en mi costado
de todas mis vidas en las que fui amado
SCDT