Conozco tu rostro tan bien porque te he imaginado muchas veces en mis noches de desvelo, te conozco tanto que podría deliniar tu rostro con los ojos cerrados y pintarle flores que adornen cada centímetro de tu belleza.
Te conozco más de lo que debería y menos de lo que acepto, no puedo pensar si quiera un instante de mi vida donde tu no hayas sido la más importante de mis alucinaciones.
He plasmado en el lienzo de mis recuerdos lo banal he inefable de mi olvido hacia mis sueños lo que siempre quise y ya no deseo, he aceptado como un todo absoluto lo que debió ser solo un recuerdo pasajero.