Estambres, pistilos y pétalos
que enamoran,
y mojan los vestidos de la Luna,
tras el Portón de mis millares
de recuerdos,
sudados y confusos,
que titilan sin renuedo,
cada día.
Habrá algún astro centelleante
que dirija su mirada
hacia la mía?
No quiero más truenos ni
relámpagos en mi vida,
ni amarras de sórdidas cadenas,
a mis brazos.
que como alas al Viento alborotado,
te esperan, sin más engaños,
alma mía.