He guardado para ti la generosa inmensidad del cielo
Su profundidad de azul, bondadoso y franco
He guardado para ti lo que amo
La luminosa presencia de la estrella,
Fundiendo tiernamente cielo y tierra
He guardado para ti mi corazón absorto
La sinfonía colorida de aves y bosques
Atesorado en tu existir está mi verbo
Pronunciado en el lenguaje insondable de tus ojos
Has guardado para mí la primavera
Soles brillantes, majestuosos, llenando de esperanza la mañana
Has guardado para mí la suavidad
La ternura ingenua de las olas muriendo a tus pies
Hemos guardado un corazón, la memoria eterna de una caricia
Hemos guardado los besos, como sinfonías sacras para recrear el alma
La vida nos tiene todo lo bello
La incansable espera para despertar al lado
Una caricia augusta y nos abrazaremos mañana