Ja, ja, ja. Es la broma del crédulo espanto,
Que aparece en la ilusión de este engaño,
Nada es más falso que dicho espejismo,
En medio del desierto del desierto.
Será como la sanación de la aparente enfermedad,
Pues no existe ni tal salud, ni tal enfermedad.
Porque no hay vida, ni muerte en lo incomprensible.
Porque no hay concepto en lo inefable.
Solo es magia sin que haya mago,
Es solo un efecto huérfano de causa.
Es el presente en la ausencia del tiempo,
Alguien sin ser alguien dijo sin decirlo:
“Es el hijo de una mujer estéril.”
Vaya, vaya el hablar sin quién hable,
Viva, viva el vivir sin quién viva,
Porque todo Es, sin serlo.
Todo es un sueño de un sueño,
Que aparece y desaparece,
Sin que haya propiedad,
Sin que haya voluntad.
Todo viene, todo cambia,
O todo se va… ¿qué más da?
Tómate el té del momento,
Y acontece sin acontecer,
¡Oh fantasma de la humanidad!