Este camino,
fue el mismo de un año atrás,
donde aprendí a caminar tenuemente,
sin olvidarme sus atajos, sus árboles, sus montes...
Yo que camino en silencio
bajo esta enfermedad que es la vida
alzo mi rostro perplejo al sol
ante su conexión y la mía.
Veloz ingiero
el rubio color de mi cerveza
bajo palabras que se esfuma con el viento
reflejo de mi desvariado pensamiento.