Mauro Enrique Lopez Z.

Seis de la mañana

Seis de la mañana me desperté,

como descostumbre a echarle,

un poco de agua a mi jardín;

y vi una rosa que se estaba marchitando,

no se porque como siempre le hable ,

dime porque te quiere morir,

o acaso sabe que aún llevo la pena,

por la que se fue no te apene,

yo soy feliz teniendo tu pétalos diariamente.

Aunque ella no este aquí a mi lado

porque ustedes son mi alegría e inspiración.