En silencio ardo recuerdos de ti,
quemo mi tiempo de corduras por segundos de libertad.
La rutina está cansada de mí
de tantas veces que la cito en días melancólicos,
mis pensamientos han dejado zanjas por donde pasa mi tristeza,
desde donde tomé tu mano
hasta donde la solté.
Queman mis pies por los pasos
donde tú pasaste,
el aire huele aún a flores
por tus largos suspiros de pesada angustia.
Aunque por dentro muero,
no quiero consuelo para mi dolor,
sólo a ti.