Si sientes en tu oído un suspirar,
si tu tersa piel siente suave acariciar,
si tu frente ardiente sientes refrescar,
si tu dulce aliento sientes entrecortar.
No pienses que quizá sea el viento, no,
no quieras a tu mente atribuirlo,
tampoco es la lluvia pasajera, no,
y no puedes siquiera dejar de sentirlo.
Es mi voz que tu nombre fuerte enuncia,
es mi piel que de acariciarte no se sacia,
son mis lágrimas brotando por tu gracia,
son mis besos que viajan en la distancia,
Es mi barco que en tu arena encalla,
es mi espíritu que sin ti, no se halla,
es todo mi ser que al tuyo se entalla,
es mi alma que mi amor por ti, calla.