Dos personas
en el cuarto de un hotel
pasa de medio día, el ambiente es tranquilo
las paredes de un color durazno
una cama, las almohadas blancas y la colcha rosa pálido
desde la ventana se puede ver el día soleado, las ramas de un árbol rozan el cristal
sobre la mesa copas de brandy y whisky
un lápiz labial
Experiencia e inexperiencia
un corazón enamorado
una mente distante
al fondo se escucha la canción “terriblemente cruel”
Ella, sentada en el suelo abrazando sus rodillas mira desde la ventana el paisaje de afuera
la otra, cruzada de piernas esta sobre la cama observándola
- Te quiero traviesa –dice para romper el silencio
Ella quita la vista de la ventana, suspira y al final responde…
- Te quiero
Después de varios minutos, voltea, ve que sigue ahí, esperándola, termina el whisky del vaso, se dirige a la cama y sin pesarlo dos veces la besa
el beso es violento, desesperado, como si buscara respuestas
toma su cabeza entre las manos y la presiona mas a sus labios
la abraza, respira su perfume, comienza a besarle el cuello
sus movimientos son torpes, apresurados, las manos le tiemblan
se acuesta y deja que la otra continúe, la ropa queda en segundo plano
La otra, disfruta del momento
cierra los ojos al sentir los besos de ella sobre su cuerpo
le gusta, la quiere, hasta le ha dicho que se ha enamorado
le quita la ropa, se separa un momento para contemplarla, sonríe de satisfacción
la llena de besos, la acaricia lo mejor que puede, la muerde despacio
quiere grabar el aroma de su piel, disfrutarla, sentirla
- Te quiero traviesa – repite en un susurro
Ella, esta nerviosa, su cuerpo no responde a las caricias, empieza a tener miedo
no puede, no quiere, no siente nada
en sus puños sostiene la colcha y no es por placer
tiene los ojos abiertos y si los cierra es peor
llega a su mente un rostro, una sonrisa, unos labios que no son de la otra
quiere corresponder, sonreír, disfrutar del momento
la desesperación la invade, no sabe que está haciendo, ni siquiera recuerda como llego a esa situación
comienza a llorar
Una persona
en el cuarto de un hotel
ya es tarde, el ambiente es turbio, la luz se ha ido
sobre la mesa un cenicero, botellas vacías y una nota
“Lo siento, perdoname, te quiero pero no puedo”
- Traviesa