Hay ojos que miran abundantes
y otros que observan pequeñeces
se nutren del mar, de las montañas
de altitudes de alto vuelo y de los peces,
o imaginan túneles en la suelo
yo guardaría esa mirada en mi pañuelo.
Son ojos que saben de cristales
que conocen la vida plena
son ojos que son como rituales
y te besan cuando te observan.
No son solo párpados caídos
pegados por delante
que no ven ni tienen un sonido
esos no captan el instante
de las hormonas que se han movido
cuando tú pasaste por delante.