Ni la noche,
ni el claro día…
sólo las penumbras oscuras
de las estrellas opacas
y la noche de fantasmas pobladas...
La tormenta sigilosa
de huracanes de lluvia indómita
que aparece nefasta y fugitiva
por momentos
en mi alma deshecha,
ya casi
diluida, desaparecida
en el riguroso Pasado
y en mis ayeres invernales …
dibujada con trazos rudos
en aquellos cristales
que me reflejan
desmesurados, rasgados
y en vanos pedazos, destruida..
Sudores sucios, vagos destinos
negaciones del alba
y del Sueño..
Insomnio permanente…
Negaciones,
de los mediodías de los Otros…
de la Paz que mi alma añora,
y que rapaces engaños
la envuelven
en la más penosas Sombras…
Aire denso,
vientos añosos
y tiempos no olvidados
que surcan
mis días grises..
Huracanes,
siglos sin piedades,
atormentados,
e inexorables que niegan
sanar estas oscuras grietas resecas
de mi alma desmañada…
Y esta búsqueda perpetua de alguna
diminuta llama
de Amor que sane…
Te he descubierto,
todos mis ocultos sentires, Poeta,
en estos versos ...
imágenes y voces
repetidas como un eco cantado
por diabólicos seres distantes,
que viven en mí..
en mi alma y en los terrosos barros
que la cubren,
que no mueren,
por más que intente y quiera..
(que no tienen fin, ni descanso alguno)…