alupego (Ángel L. Pérez)

EN EL FONDO DE LA SIMA

 

En la eterna negación,
de los propios tropezones.
Los errores son de otros,
con todas las bendiciones.

La miseria para otros,
que lo mío esté seguro.
Y mirando de soslayo,
lo ajeno con disimulo.

Tiembla la hoja sin ser,
el miedo lo que la mueve.
Su frágil naturaleza,
quiere al viento obedecer.

Y la vida que se adquiere.
En su afán de libertad,
su propia alma conmueve,
en su natural verdad.

Crespones de tela roja,
teñida por la ignorancia.
como la sangre que fluye,
en las venas del que huye,
en su eterna paradoja.

Cuando en su terca crudeza,
el reloj marque la hora.
El viento será más puro,
y se aflojará la soga.

Su flagelo interminable,
deteriora la materia.
Solo el intelecto vuela,
sin nada que le someta.

Y en una suerte de magia,
sobrevive la presencia.
Como una mota de polvo,
que se mantiene impertérrita.

Asombran los ecos lúgrubes,
de las podridas conciencias.
Someros rayos de luz,
entre espesas nubes negras.

Con la infinita paciencia,
de la Luna que la observa.
La existencia se renueva,
al revés o viceversa.

Ronda la sombra elegida,
por lo hados que la observan.
Buscando una nueva víctima,
otra distraída presa.

En el fondo del abismo,
donde la luz es leyenda.
Reinan las ufanas sombras,
que encubren la negra herencia.

Y en la noche de los tiempos,
cuando la aurora no llega.
Una estrella del espacio,
bañará de luz la Tierra.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
11/12/2018