José Luis Barrientos León

Mi niña

 

Hay una niña que cada tarde, toca con su varita mi corazón

Dejándolo a la intemperie, indefenso ante sus travesuras

Su rostro es Sol luminoso, rayos chispeantes de sonrisas y locuras

 

Hay una niña que cada tarde, transforma mis cansancios en juegos e historias

Asomando su mirada entre puertas y escondrijos,

Sin discernir que, en sus ojos, carga la luz de mi universo

 

Hay una niña que da pasos gigantes en la vida

Dejando atrás un camino de juegos y alegrías

Hoy mis viejos zapatos se sienten  inútiles

Y vuelvo descalzo al camino de mi niña

 

Su rostro es Sol, sus manos alegría

Sus sueños son los míos

Su camino mi esperanza.