Era un barco de papel
flotando a la deriva
el amor su brújula
y el faro…
aunque no lo sabía.
El tiempo permanecía
rodando lunas y soles
recuerdos en las pupilas,
el lecho fue su guía.
Con amores extraños
que sus dudas enceguecían
y en la búsqueda total
de la apetencia que da la vida.
Sería la magia
encontrar la presencia
con ojos de bonanza
los surcos en la pasión
en la piel la tradición
y en el corazón la esencia.