Escribo para incursionar mi mente hacia el infinito,
para acompañar al ave hacia un cielo inesperado.
Escribo poemas para reflejar el reluciente descanso
de un poeta que se encuentra solo y desahuciado.
Escribo para querer con sentimiento,
y así aniquilar al malvado pensamiento.
Escribo para aprender a escuchar al corazón
y así no arrepentirme de haberle hecho caso a la razón.
Escribo porque te admiro
pues es lo único que me queda
desde tu último suspiro.