Detrás de la taciturna y hermetica personalidad mía, y como la de cualquiera matizada por las tonalidades de la vida, se esconde un ser en apariencia digna e imponente pero de interioridad frágil, suave y amorosa, de melancolía y memorias que han quedado plasmadas en palabras, en textos, en dibujos y hasta en tinta incrustada en la piel.
De triunfos, honras, admiraciones y hasta absurdas y escandalosas exclamaciones que susurran ante mi apariencia; el desasosiego en los espacios mi presencia.
De los profusos viajes emprendidos, algunos para encontrar la gloria que dignifica y otros más para llenar los vacíos íntimos. De los libros leídos, las tazas de café y los cigarros consumidos...queda la estructura ruinosa de lo que fui.
La sola base para edificar comienzos, un naciente camino que me conducirá seguramente a otra perdición...o a una inédita dicha.
El destino apela a la grandiosidad pero mi esencia al eterno cuestionamiento aflictivo del SER y ESTAR.