¡Oh! Lucero de la mañana,
Presta atención a mis súplicas,
Quédate allí, y no te des prisa,
Dile a la luna que tienes cita,
Con un poeta desesperado.
Lucero, hoy te ves más brillante,
El cielo como azul pergamino,
Será el lugar de este diálogo.
Yo susurraré el nombre de \"ella\"
Y te daré una gran encomienda,
Para que la dejes junto a su puerta.
¡Lucero de la mañana!
Dile que no he podido conciliar,
Mis sueños, y estoy medio muerto.
Dile que se hace largo el día,
Dile que aún soy un sobreviviente,
Que solamente está presente,
La soledad y la melancolía.
Dile que aún la extraño,
Dile que todavía menciono su nombre,
Dile que aún la veo en mis sueños,
Contando en la clara noche, estrellas,
Señalando una lejana constelación,
Cúmulo de Virgo, Sagitario u Orión.
!Lucero! Dile que aún la extraño,
Cuando los grillos cantan,
Cuando las luciérnagas vuelan,
Cuando las aves nocturnas,
Emiten sus quejumbrosos chillidos.
En ese instante me domina el miedo,
Y tiemblo como un temeroso chiquillo.
¡Lucero! Dile que aún la extraño,
Dile que su ausencia hace daño,
Dile que las tristes canciones
Me hace sentir miserable,
Dile que la huella de su beso,
Lo guardo cercano a mi pecho,
Como un fresco inmutable.
Autor: Alex de Jesús