Llegando la noche
se pone ese traje,
inmaculado y brillante
de color alquitrán,
se prenden las luces
comienza el bullicio,
la alegría es dueña
las penas...se van.
Parece que todo
es juego de magia,
se escuchan idiomas
que no son de aquí,
vienen de otros lares
todos en cortejo,
BUENOS AIRES es fiesta
pues ella...es así.
A veces me parece
cuando la camino,
que de sus veredas
escucho un “gotán”,
serán los fantasmas
de tantos bohemios,
que volando andan
por la gran...ciudad.
Inclusive en madrugadas
que está un poco triste,
del río se escapa
una lágrima marrón,
cuando eso pasa
se va por CORRIENTES,
a esconder sus penas
en algún...bodegón.
BUENOS AIRES es la piba
dulce de mi barrio,
la que al paso deja
suspiros por doquier,
es la madre buena
que con su paciencia,
espera que su hijo
esté...siempre bien.
Ella fue testigo
de mis desvaríos,
y también maestra
cuando supe ser,
el caminante altivo
que pateó sus calles,
del brazo de Laura
mi novia...de ayer.
A pesar que ella
se fue por la estela,
se hizo recuerdo
y por suerte está,
se empapó conmigo
de lunas y estrellas,
es seguro que de eso
no...se olvidará.
Yo que he gozado
sus noches cambiantes,
saludando al paso
a BORGES y a TUÑÓN,
me imagino lejos
falto de su aliento,
si soy parte de ella
y de aquí...no me voy.
Boris Gold
(simplemente…un poeta)