Somos los culpables de un tiempo detenido,
en un universo que no tiene destino,
si no existiera la conciencia del humano,
ni la vida o el mundo le darían sentido.
Me queda claro que vivir es un trastorno,
porque la vida en sí, requiere de testigos,
ahora los humanos somos sus verdugos,
por transformar toda la esencia de su sino.
En cada beso y cada abrazo que nos damos,
cuando honestos amamos y nos entregamos,
cuando con sincera ternura perdonamos,
y con alegría estrechamos nuestras manos.
Vivir es un trastorno…
vivir... vivir mejor
el tiempo que vivamos.
Andrés Romo
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