¡Bah!
¡No encuentro nada para ser feliz!
si no hay nada en este mundo vil
que cese en mi aquellas ganas
del mundo comerme sin palabras
entonces, de mi huye mente frágil
que ni la gente inútil
detiene mis alas libertadas
ni mis piernas ya cortadas.
Aún tengo rosas para poder morir,
rosas suicidas que me hacen sobrevivir
dentro de esa extraña y propia maleza
que buscando ser, revoluciona su naturaleza.