He probado en el silencio de tus ojos
el océano escondido de tus aguas.
He escuchado en el aroma de tus flores
a la caricia inundando tus galaxias.
Y nos hemos bebido entera la fuente
que siempre nace al despuntar la mañana,
en cada beso y cada viva experiencia
conquistando nuestros actos y palabras.
Mientras tanto, entre cada nuevo paisaje
nuevas lunas sugerentes son creadas.
Procuran volar contigo cada noche
y escribir la narración que te relata
dedo a dedo, surcando tras tus riberas
los bosques que callan el silencio tuyo.
Son una imagen surreal y certera,
grabada en la profundidad de tus aguas.
¿Sabes? Explorarte en tu amor oceánico
es una aventura de nuevas fragancias:
siempre más allá de tus lunas y bosques,
más allá de mares intensos en tu alma
existe un universo surrealista
donde puedo amarte con y sin palabras:
allí recibirás todo mi universo
y la fuente de este poema que te habla.