Anduve por el camino,
Buscando rubíes para tu anillo,
Lo encontré pero en mi bolsillo,
No tenía como adquirirlo.
Vi esmeraldas, jaspes y ónice,
Que sobre la mesa brillaban,
Parecía que algo tramaban,
Me decían que era para ti,
Su lugar era tu dedo anular.
Piedras preciosas del camino,
Del manto terrestre extraído,
Millones de edades formándose,
Bajos las presiones fundiéndose.
Como obra maestra del artesano,
Fuiste creado con color perfecto,
Para embellecer a mi futura amada.
Todas estaban hermosas,
Pero seguí más adelante,
Vi zafiro, amatista y diamante,
Que brillaban siempre galante.
Ornamentos de lúcidos colores,
Desde el subsuelo hasta tus dedos,
Yo quisiera ya ser tu dueño.
Holigisto, ágata y cuarzos
Piedras hechas en mil pedazos,
No la lastime tanto, tanto,
Porque yo prefiero una entera.
En cuanto callé me hablo el joyero,
Me mostró un ornamento inusual,
Su color negro me puso mal,
Mal de amores, y no pude más.
Un anillo con perla negra,
Para la mujer que mi alma sueña,
Desde el mar hasta tus dedos,
Desde mis manos hasta tu corazón.
Autor: Alex de Jesús