En las frías mañanas de diciembre se escuchaba,
lastimero su dolor su continua lucha reflejaba,
su intensidad denotaban su sufrimiento profundo,
y sus ganas de liberarse de vivir en este mundo.
Ha pasado el tiempo y de aquel lamento,
solo un recuerdo casi olvidado queda.
En su lugar una dulce melodía suena,
cánticos de felicidad es lo que siento.
Todo cambia y se torna de múltiple color,
el clarooscuro que pintaba el horizonte.
ahora tengo nuevamente apreciado valor,
para ofrecerlo a quien me confronte.
Ahora tiene mi corazón nuevo aliento,
ya no emite ni un solo triste lamento,
la Navidad ya no me evoca más tristeza,
a mi vida llegó quien se viste de pureza.
Atrás quedaron años amargos y vacíos,
siento que de mi alma se fue el frio,
que me reprimía, me llenaba de hastío,
y ahora siento solo la calidez del estío.
Flores nuevas en mi jardín cada día crecen,
las riega el agua de incesante fuente,
la que tu mirada y tu sonrisa ofrecen,
y que imprime a mi vida ritmo cadente.