El problema, no es amarte como lo estoy haciendo, mucho menos, recibir de tu cálido y bondadoso amor...
El problema, no es contemplarte como si fueses el ser más increíble y perfecto de toda la creación, aunque lo eres...
El problema, no es ver en tus ojos todo lo bello que la vida me puede ofrecer, tampoco, sentir en tus brazos la seguridad y protección que todo ser merece y necesita.
El problema, no es anhelar poder seguir adelante y conseguir el futuro que necesitas. Que necesito. Que necesitamos…
El problema, no es soñarte cada noche, ni esperarte cada madrugada. No es querer compartir contigo cada y todos los días que me restan de existencia…
El problema, no es el rumbo de nuestros caminos, ni las circunstancias que nos trajeron a donde estamos hoy… No es arriesgarme a darte todo lo que tengo y lo que soy para poder ofrecerte la felicidad que mereces... No es depender de ti. No es Esperarte. No es Anhelarte. No es Soñarte. Mucho menos amarte….
El problema, amor mío, es que no me perteneces... No estás en mi cama cada noche para brindarme de tu calor. Tus abrazos, no son míos y tus besos, están dispuestos a otros labios cada que estos lo deseen y tú lo permitas. El problema, es que aun sabiendo todo eso, mi alma no puede dejar de amarte, mi paciencia no se cansa de esperarte, mis brazos no se cansan de estar siempre abiertos para ti, mis labios no dejan de tener esta sed infinita por poder tener tus besos...
el problema, amado mìo, es que soy tuya, lo soy desde que te vi y lo sigo siendo, aun despues de todo esto... podrìa pasar toda una eternidad a la expectativa de la decisión que puedas tomar, y si tu decisión final, fuese quedarte a su lado, yo continuarìa aquì, esperándote, amàndote...
El problema, es que aunque nuestros corazones avancen a un mismo ritmo y nuestras almas deseen un mismo destino, lo nuestro, amado mío, es un amor prohibido, ese, es el problema…