El mar y el cielo se fatígan
en una eterna serenata
el sol pasa y los mira
en el espejo del agua
hasta la orilla vienen
vagones de espuma blanca
mientras aplauden
en las rocas las gaviotas
con el pico hacen palmas
la luz cuenta las horas
el rocío parece lágrimas
hay un balcón abierto
allá a lo lejos en la distancia...
Hay una fuente en el valle profundo
el sol del verano lava la ropa blanca
las mujeres de aquellos barrios
trénzan el silencio con sus enagüas
un suspiro corre de boca en boca
caballos sin freno que se desbocan
por las eternas montañas...
Los arrabales se pintan de rojo
hacen guiños las estrechas callejuelas
espero tu nombre en el aliento
donde la ternura se convierte en beso
mirando la vida poco a poco
como si fuera un libro abierto
donde los manantiales se perfuman...
Como se pierden los minutos
en la rápida aguja del minutero
como se apagan las luces
como las brasas del brasero
en la hora meridiana de la vida
hacemos un torniquete
para cortar la hemorragia de la herida
allí donde hacen cola las soledades del alma...
Adoro la amorosa y tibia calor de tu mano
esencia y elixir de mi angosta vida
y esos labios que en silencio
dibujan en el aire una sonrisa
dulces colores que se lleva el alba
y que descansan en mi pecho permanentemente
soy esclavo de tu amor hasta mas allá de la muerte...
Alamedas y arreátes, llenos de rosas blancas
tu piel de bronce dibuja haces de luz
en el calor de tu alma sencilla
en el vuelo del anochecer de la vida
dejas resbalar tus palabras
entre las cuerdas de una vieja guitarra
sentado en las rotas eneas de tu silla...
Recuerdo aquellos mares viejos
sentados en la arena recordando
los dulces sabores del pensamiento
purificando las palabras en los labios
alegrías, sinsabores y sufrimiéntos
que se lleva el agua salada
mar adentro, mar adentro....
Quizás mañana...Sigamos
con esta antología del pensamiento....
ADANS BECMAN Y MANZANILLA.