Verano Brisas

UI-33 - 1944

A 33 metros de profundidad

33 hombres,

en tanto degustaban su sake,

se miraron convencidos de que el 3

tarde o temprano les daría mala suerte.

Por lo tanto la tragedia era segura

aun comiendo su plato de pescado

ahuyentador de presagios y de muerte.

 

Ya pasadas las 3 de la mañana,

en aquel último 13 de su vida,

un mecánico gritó con voz aguda:

¡Agua en la torreta! ¡Agua! ¡Agua!

mientras iban directos hacia el fondo

inundados por el pánico y el ruido.

 

Qué corta es nuestra vida, dijo Okada.

No todo está perdido, respondió Yokoi.

 

El mundo se hizo negro alrededor

cuando empezaron su giro en espiral

hasta emerger como plumas sobre el agua.

 

Nadar, nadar, sólo nadar

fue la consigna que se dieron en silencio,

sin saber cuánto tiempo tardarían

para ver el espejismo de un crucero

que izara sus cansancios a cubierta.