“El Jardín de las Estrellas”
Nos adentramos en la nebulosa,
En la oscura nebulosa,
Flores azules por doquier,
Una catarata cristalina
De hermosas piedrecillas
Y don Saturno
Que por ellas velando está;
Entre aquellas primeras flores
Ya han muerto algunas, otras,
Sin embargo llena de vida están
Y nos guiñan un ojo
Para después alejarse cantando;
Los ya cansados maceteros,
De tanto traqueteo
Forman un viejo carro
Con naranjas apiladas;
Las piedras son como meteoritos
Que van de aquí para allá
Sin llegar jamás a ningún lado;
Un suave perfume a nada
Flota en el espacio
Y un cálido frío
Que acaricia las naranjas;
No hay cercas ni alambrados,
Somos libres: las flores,
Las piedras, don Saturno y las naranjas,
Todos vamos y venimos
Sin cesar a nuestro gusto,
El sonido del silencio
Alegra nuestros pequeños corazones
Y el cantar de un ruiseñor dormido
Nos despierta el sentimiento