-…No tengo tanto tiempo
para calmar este lamento
que con tanto talento
fabrico desde mi aposento. -
Esto fue lo último que tuve que oír
antes de que huir
fuera para decidir.
Y no he trat- ado de evadir
Lo que con tan- to afán oí
Sino más bien inte- riorizar
Lo que con tan- to sentir
Me hizo olvidar.
Tal vez,
dejar caer el jarrón
no fue la mejor opción
porque hasta el día de hoy
ningún “soberano” se ha percatado
del dolor que padecen ellos y la nación.