Vi Sentada en arenas de Duna
inmersa contemplando el ocaso,
con la luz de su estrella pegaso
embelesò sus labios color tuna.
Nuestro encuentro casual en la laguna,
turbò sus sentimientos paso a paso,
aquel atardecer pensaba a caso
concebir que la miel no es la Luna.
Al paso de los dias, una vela
se encendiò, y en su rostro sin velo
dibujaba un Adios de trite abuela.
Entonces: Acariciò su vuelo,
y a sus alas les dijo: "Vuela...Vuela".
Llèvame lejos a UN LUGAR DEL CIELO.
Claudio