Esa mirada que me tiene aleluyada
es el brillo de sus ojos oblicuos
ojos hechiceros ¿acaso inicuos?
llevan ya la luz de los míos bordada.
Túnel donde se pierde el raciocinio
y tiembla de emoción el corazón
vuelve a danzar avante la ilusión
sufrir de amor desde ahora vaticinio.
Cadenas de anhelos son sus ojos
ojos sagaces como estrellas fugases
partituras de románticos compases
piscolabis son de mis simples antojos.
Mortal causante de mis sonrojos
llegaste a mi cual vendaval herido
buscando quizá construir tu nido
o sólo para hacerme presa de tus mil cerrojos.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.
Imagen tomada de Google.