Fiel amante de mis noches,
solitaria colchoneta,
un regalo de un corazón.
Hace meses, íntima amiga,
su época en tórrido calor,
fue mi acompañante en patio.
Con estrellas como techo,
la memoria de tu cuerpo,
lo veía en la luna llena.
En los días de oscuridad,
suplió doloroso colchón,
de tres sillas metálicas.
También fueron preferentes,
a sala de oro, con fuego,
gocé la brisa nocturna.
Desde la primera noche,
que dormí en tu suave cuerpo,
despertaba descansado.
Sin estrés que causa el calor,
cambió el clima, sala otra vez,
más tu sigues preferida.
No me hablas, porque eres muda,
duermo en tus brazos, das vida,
mi experiencia, de hoy, comparto.
Con quién debe ser? contigo,
miércoles una llamada,
yo sabía que era de ella.
Sin saber de quince días,
desde entonces, estaba aquí,
porqué no llamó, desde antes?
Por mi problema estomacal,
narró, en breve resumen,
de lo hecho en las dos semanas.
Día que decide llamar,
por lo mal que se sentía,
un añejo problema.
De más de diez y seis años,
día siguiente del encuentro,
te llevo de compañía.
Quién fuera, si no tu, tan fiel,
sólo la primera noche,
hice el cambio, por el amor.
Desde entonces, amor-dolor,
se pone a prueba, todo el ser,
el primero, es sacrificio.
Se tensan, fuerzas del alma,
el poder de un día a la vez,
es la luz de la esperanza.
Colchón, ajeno, entre tanto,
volví a mi fiel colchoneta,
esta noche, somos los dos,
ella en su colchón, contigo, yo.
El poeta del amor. 18-12-18.
Cabo San Lucas, BCS. México.