Entre mis rosas y tú mujer
hay una gran diferencia,
ellas lucen para mi,
en cambio tú luces para el lujo.
Como yo sólo te ofrezco
cariño, amor del bueno
y un tierno amanecer,
eso no llena tus ansias de riqueza,
y donde irás a parar mujer
cuando ya no tengas cosecha,
los años pesan en tu conciencia
y ya no te mirarán
porque no tendrás tu belleza.
Y yo feliz en mi jardín
con mis nuevas rosas.