Jamás permitas que un hombre te esclavice
Tu naciste para ser amada
No para ser esclava
Jamás permitas que tu corazón
Sufra en nombre del amor,
El amor es un acto de felicidad
Mas no de sufrimiento…
Jamás permitas que tus ojos
Derrame lagrimas por alguien
Que nunca te hacia reír…
Jamás permitas que tu cuerpo sea usado
Es la morada de tu espíritu
Mantenlo apreciado…
Jamás permitas quedarte horas
Esperando por alguien
Que nunca vendrá
Aunque te lo tenga prometido
Jamás permitas que tu nombre
Sea pronunciado en vano
Por un hombre que no vale la pena
Jamás desperdicies tu tiempo con alguien
Que nunca tendrá tiempo para ti
Jamás permitas que te hable a gritos
Si se han de hablar que sea con amor…
Jamás permitas desenfrenados te saquen
De un mundo real
Para hacerte entrar en uno
Que nunca existió…
Jamás permitas que tus pies caminen
En dirección a un hombre
Que se pasa…
Huyendo de ti
Jamás permitas vivir en angustias
En la dependencia de un hombre
Jamás permitas que el dolor, la soledad,
El rencor, los celos, el resentimiento,
Debiliten las fuerzas que
Dios puso dentro de ti…
Jamás permitas
¡Perder tu dignidad de ser mujer!
Jamás se lo permitas a nadie…