Rafael Escobar

\"DEVOCIÓN\"

 

La miré por el prado caminando

impregnada de aromas de genciana,

y las rosas quedaban observando

la ternura en su faz de porcelana.

 

En la fronda palomas escondidas

escuchaban su voz embelesadas,

comparaban sus notas tan sentidas

con el fresco rumor de las cascadas.

 

Margaritas de pétalos rosados

daban luz a su imagen casi etérea,

y quedaban los nardos extasiados

con su estela de estirpe tan sidérea.

 

Un concierto brindaron los canarios

al mirarla pasar tan esplendente,

y sonaron alegres campanarios

de petunias de estambre reluciente.

 

Un despliegue de rayos luminosos

el ambiente preñaron de belleza,

y se oyeron arpegios amorosos

que cantaba la gran Naturaleza.

 

Entre el bosque, los pájaros y flores,

le ofrecieron su magna reverencia,

y brindaron cubiertos de fulgores

por su bella y celeste incandescencia.

 

Autor: Aníbal Rodríguez.