Cumplí mi ciclo
El final, hijos míos,
un subterfugio de la vida
para mi encuentro con Dios.
Cumplido mi ciclo,
en la estancia terrenal,
vivía el dilema de estar
o irme al Reino de Dios.
El llamado de El Señor
se hizo presente ese sábado
y prepararon el camino
para mi ascenso a la vida eterna.
Eso es lo esencial
y así lo deben comprender.
La historia y el legado
De esta insigne familia,
bajo los designios del Todopoderoso,
debe prevalecer,
y constituyen los estandartes
que con identidad y hermandad,
deben lucir, rememorar y fomentar.