CANASTO DE FRUTAS
En el canasto, las frutas
están alborotadas.
El durazno calla su secreto.
¿Cómo confiesa la tuna
a la sensible manzana
la luz del gusano indiscreto?
Vendrán las hormigas como avalancha
inmunes al sacro respeto.
Así discurren dolidas
mientras el sol de la tarde
va calentando los vidrios.
Van las hormigas en fila
despacio por los alambres
pasan al canto del grillo.
Vuela una abeja perdida
sobre el canasto que arde.
E.D.A