Durante la noche
Aparece el recuerdo de tu voz. Bella melodía que sacude mi corazón.
Al ver tu sempiterna sonrisa supe que me enamoraría y que tal vez nunca te dejaría.
Tu pelo, oscuro como la noche misma, y tu rostro que irradia luz y alegría.
Y en la hora continicia de mi agonía aparece el ávido deseo de ser yo quien tenga tus caricias