En un lugar despreciado
donde enmudece la noche
y no hay sombras que atestigüen
que la luz existió.
Aquí, tan lejos de todo
de aquello que nunca fue
se ha perdido la fé
se suicidó la esperanza.
Algo en mi ha muerto, algo ha marchitado
se viste de tristeza todo lo que veo.
Sólo queda un amor herído que no sanará
anegado en lágrimas que nunca podré llorar.
Vacío, mi abismo se esparce sin fin
no hay consuelo, no hay nada,
tan sólo todo lo que nunca tendré,
lo que jamás seré.
Solo vivo en una muerte en suspenso
solo agonizo,
muriendo entre mis brazos.