Cuando estoy contigo, mi alma se libera
cada parte de ti se hace una con mi piel
y aunque aveces siento morir si no estas
conmigo, tus ojos me dan vida.
Cada día solo respiro a ti, esa esencia
de tu piel no se desprende y no se va
te has quedado en mi desde el primer
día, bendito noviembre.
Dime que puedo hacer, si en el corazon
llevo tatuado tus gestos, y no te veo en otra
gente, solo me queda respirar para tenerte
aquí conmigo otra vez.
Cuando hacemos el amor, no hay guerra
y cuando vuelo entre tus caricias, tu mirada
me da paz, y me fundo contigo más allá de
un susurro de tus labios, princesa de otoño.
Autor: Franco Montesco
D. R