El cáliz de tu boca florecía
en la gloria de un beso apasionado,
dejándome el sabor del paraíso
impreso para siempre, entre los labios.
En tus ojos poblados de sonrisas,
se escondían luceros constelados,
mientras, la plenitud de tus caricias
encendía mi cuerpo a cada paso.
Ardió mi sangre al sentirte cerca,
y al aspirar tu aliento embalsamado,
me ahogaba en el mar de tu belleza
sediento por beber de sus encantos.
Hecha fuego mi carne con tu carne,
con tu piel floreciendo entre mis manos,
probando tu sabor en cada beso,
sintiendo tu perfume en cada abrazo…
De pronto salió el sol en medianoche,
en julio, se abrió un cielo de verano,
en un instante se detuvo el tiempo,
a la vez nos reímos y lloramos…
Gloria, dicha, pasión, gracia, ternura,
fiebre, magia, sudor, locura, encanto;
en un minuto estalla el Universo,
con todos sus misterios descifrados;
en un minuto fui y volví del cielo,
por el camino de quererte tanto…