Carlos Hector Alvarez

Desatino

 

Te escucho en el incomprensible

 Silencio de la noche

Te veo entre sus sombras intangibles

Como un callado reproche

Del destino.

Para no caer en el delirio

De una mente extraviada,

Que me lleve hasta el martirio,

Imagino tu figura dibujada

En trazo fino

Un ayer no lejano fuiste mía,

Como regalo de Dios atesorada

Por mi amor todos los días,

Más una tarde dijiste adiós, cansada

De mi sino

Quiero olvidarte, pero es imposible

Te llevo en todo mi ser prendida

Como un grito in audible,

Como una dulce canción, desconocida,

Que adivino.