El viento es un Pegaso,
va galopando entre las nubes,
ve como sube por las colinas,
y agita a las plantas;
como azota a las banderas,
y dispersa la hojarasca,
y como despeina tu pelo.
Ve, ve como se divierte correteando con los cirrus,
como juega a los barquitos en la mar.
El viento barre el bosque,
el viento no es tirano con las olas;
aviva el fuego y siembra vida.
Es el vehículo de los sueños,
es el destino de los hombres;
el viento es el rumor de una canción.
Siéntelo, llevando mis palabras,
las que dicen que te amo, te sueño;
el viento traduce mis sentimientos,
es el cómplice perfecto,
de dedos invisibles
que te tocan, te acarician y envuelven,
y que trae de vuelta tu aroma a mí.
El viento, el viento no es el tirano de las olas.
© Armando Cano.