Extraña sensación quedó en mi cuerpo
como un surco sin sembrar bajo la luna,
la ausencia de su voz dejó una huella
como pisada en la arena que se esfuma.
Si el viento que sopló con tanta fuerza
llevó mi corazón hasta su lado,
en vano he de esperar que el tiempo calme
pasiones que en el aire se quedaron.
A pesar de que vivió en aquel otoño
este amor que descansó en un frío invierno,
después de haber amado intensamente
presiento haber caído en el olvido.
Y hasta el cielo cerró sus grandes ojos,
luna y sol que iluminaban mi camino,
como un relámpago veloz que deja sombras
cuan fugaz en aquel abril, pasó un rocío.
Sabiendo que será solo un recuerdo
extraña sensación dejó su ausencia,
la huella de su voz grabó mi cuerpo
y el aire, que aun conserva su presencia.